Poco fútbol pero mucha intensidad. Eso es lo que suelen deparar los derbys por el siempre presente miedo de perder. Una sorpresa negativa fue el escaso público zufariense que se acercó al José Guzmán, algo que pone en evidencia el mal momento que está pasando el Zuera, tanto deportiva como administrativamente. No se puede decir lo mismo de la expedición del Villanueva que no dejó de alentar a los suyos para encontrar juntos el camino de los tres puntos, que al final lograrían. Pero tuvieron que luchar, y no poco.
El árbitro fue el gran protagonista de los primeros cuarenta y cinco minutos. Ya en la primera jugada amonestó a los locales. Como un vaquero del lejano oeste desenfundaba su codo sin pararse a pensar. Pero muchas veces acertó porque el Zuera no se paró a jugar, prefiriendo anular el centro del campo de los de Guerrero. Los dos tenían sus oportunidades pero parecía más cerca el primero del Villanueva. Pablo y Marcén, muy enchufados hoy, lo intentaban. Los locales preferían aprovecharse de la velocidad de sus puntas. Cuando faltaban diez minutos para marchar al vestuario llegó el momento clave del partido: David Lasierra entró muy duro por detrás a Jorge Abad y el colegiado no dudo a la hora de mostrarle la roja. A partir de aquí el público local reclamaría todas y cada una de sus acciones, lo que hizo que inconscientemente bajara su nivel. Al poco Arturo Larqué haría el 1-0 en una jugada personal que acabó con un seco disparo que superó a Gascón. Un golazo, mejor bálsamo. Los visitantes, hoy de blanco, quedaron maltrechos.
Pero supieron rehacerse tras el descanso y Pablo al poco de empezar se inventó una vaselina que dejó clavado al portero. Un gran gol, de esos que llevan firma incluida. Se le cayeron los planes a los locales que había planteado la segunda mitad proponiendo un cerrojazo cerca de su puerta. La expulsión marcó el partido y Jorge Abad no lo desaprovechó para tomar las manijas del centro del campo y mover con facilidad a los suyos. Los rojillos sólo dispusieron de una falta desde la frontal que no encontró puerta. Otra de las claves del partido fue la entrada de Yeray, que otra vez fue un puñal, pues por su banda llegó todo el peligro blanquillo. Sus socios Abad, Roberto y Artaso. Pero el 1-2 llegaría en la salida de un corner peinado por Rubén Muñoz que Javi Marcén empujó al fondo de las mallas. A raíz del gol el Zuera se desmoronó. Un duro varapalo después de haber comprobado que podían sacar tajada del clásico del Bajo Gállego.
El Villanueva tuvo muchas ocasiones para matar el partido. Fue Luis Álvarez el encargado de marcar el definitivo 1-3 tras un gran pase de Abad al espacio. El resultado al final refleja lo visto en la fría tarde zufariense. Hubiera sido más bonito con igualdad de condiciones para ambos equipos, pero el fútbol también depara estas cosas. El Villanueva hunde un poco más en la herida abierta del Zuera. Desde aquí esperamos que se cierre pronto para verle de nuevo en el lugar donde le corresponde.
Incidencias.
Interesante entrada en el José Guzmán en la jornada conocida como medio día del club que sirve para mejorar las arcas del club. Tarde nublada y fría. El árbitro en algunas ocasiones fue muy riguroso: regular.
Alineación Villanueva CF: Gascón; Almazán (Yeray), Royo, Rubén Muñoz, Roberto; Marcén, Abad, Artaso, Roldán (Diego Balsa), Íñigo; y Pablo (Luis Álvarez).
Foto: A. Corral
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